Valoro el alimento espiritual cuando recibo la Santa Comunión.  En este momento que vivimos, ¿qué puedo hacer?

A lo largo de la historia de la Iglesia hubo momentos en el que los sacramentos no estaban disponibles debido a la persecución, ausencia de sacerdotes, desastres naturales, guerra o enfermedades.  Incluso en la Biblia escuchamos de tiempos de exilio cuando el pueblo de Dios fue llevado lejos de su tierra y lejos del templo del Señor.  Pero Dios en Su bondad infinita, da la gracia y la fuerza a quienes lo buscan incluso en momentos de prueba.  El amor de Dios por nosotros es demostrado más perfectamente en la Eucaristía, sin embargo, incluso cuando estemos separados de nuestras iglesias por enfermedad o cualquier otro motivo, Su amor por nosotros permanece “siempre, hasta el fin de los tiempos” (Mat. 28, 20).

En su sabiduría, la Iglesia alienta a aquellos que no pueden recibir la Eucaristía a que realicen un Acto de Comunión Espiritual.  San Juan Pablo II nos recuerda el valor de ello citando a Santa Teresa de Jesús: “Cuando […] no comulgues y no asistas a misa, puedes comulgar espiritualmente, que es de grandísimo provecho […], que es mucho lo que se imprime el amor del Señor en ti” (Ecclesia de Eucharistia, n. 34).

¿Cómo puedo hacer un Acto de Comunión Espiritual?

Si estás viendo una Misa electrónicamente, puedes pronunciar esta oración o una similar en el momento de la Santa Comunión: “Jesús mío, creo firmemente que estás en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo tenerte en mi alma. Ya que ahora no puedo recibirte sacramentalmente, ven espiritualmente a mi corazón. Como si ya hubieses venido, te abrazo y me uno a ti: no permitas que me aparte de ti. Amén”.

Si es que no puedes ver la Misa electrónicamente, puedes separar un tiempo de silencio en tu casa para orar. Haz la señal de la cruz, reflexiona en la Palabra de Dios con la lectura de las Sagradas Escrituras (sería mejor con las lecturas de la Misa del día si es que las tuvieses disponibles), evoca las intenciones de oración que tengas, reza el Padre Nuestro, el Ave María y la oración de Comunión Espiritual y termina tu oración con la señal de la cruz.