«Responder con determinada determinación» Testimonio de una mujer miembro del capítulo Courage en línea


«Responder con determinada determinación»
 
Testimonio de una mujer miembro del capítulo Courage en línea


Todo el caminar en mi historia y mi vida será expuesto y compartido con ustedes con gran sinceridad a través de estas líneas.

Mi vida es un gran milagro. Gracias al sí de mi mamá, hoy por hoy estoy respirando. Ella sufría de un problema cardíaco y los médicos le aconsejaron no quedar nuevamente embarazada porque su vida y la mía corrían mucho riesgo. Sin embargo, su decisión fue seguir con el embarazo. Nací, pero ella quedó muy frágil y siete meses después sufrió un paro cardíaco, fue así que mi hermana mayor y yo quedamos bajo la custodia de nuestros abuelos maternos porque mi padre tuvo que ir a trabajar a otro lugar y, después de un tiempo, formó una nueva familia. Así transcurrieron nuestras vidas, crecimos y fuimos educadas por nuestros abuelos.

Cuando tenía 7 u 8 años, pasó algo que me marcó: fui abusada. Desde ese momento, todo lo llevé a mi inconsciente, pero también al consciente de una niña que fue despojada de su inocencia. Empecé a armar una coraza enorme para que nadie me hiciera más daño y con eso conviví mucho tiempo, y me convertí en una mujer con una apariencia varonil. Esta apariencia se reflejaba en aspectos de mi vida como el vestir, mi corte de cabello, mi actuar, que era como el de un hombre. Todo eso me hacía sentirme protegida y, hasta ese entonces, nadie de mi familia sabía lo que yo había vivido de niña.

Así pasó el tiempo y mi vida poco a poco se fue transformando en un fracaso; fui cayendo en el descontrol y los vicios. Sentía mucho la ausencia de mis padres, sentía mucha soledad. Este vacío interior me llevó a buscar lugares donde supuestamente me sentiría protegida y querida. Fue a partir de ello que empecé a pensar y preguntarme “¿por qué me siento más a gusto con mujeres que con hombres?” Y la respuesta fue: “me atraen las mujeres más que los hombres”. Desde entonces, empecé a buscar en las redes sociales cómo era la vida de alguien que sentía lo que me estaba pasando. De tanto indagar, encontré a una mujer y me dejé seducir, sobre todo, por su feminidad. Ella tenía lo que yo no tenía … era femenina. Eso me enamoró y empezamos a tener una relación que duró casi tres años. Pero en esa relación tampoco me sentía totalmente feliz, siempre me faltaba algo, y hoy puedo decir que “ese algo” era Dios.

Después de tres años terminé esa relación y caí en una fuerte depresión. Fue entonces cuando retorné a Dios Padre como en la parábola del “hijo pródigo”. Fueron tiempos de batalla, de encontrarme conmigo misma, de conocerme y realmente tener una conversión total. En este caminar, Dios me puso a una persona que me escuchó y empezó a ayudarme y de quien por primera vez escuché sobre la pastoral “Courage”. Me dijo “busca allí que encontrarás la respuesta”. Empecé a leer sobre Courage en su sitio web, pero al mismo tiempo sentía resistencia en mí y dejé que otra vez el tiempo pasara y no me comuniqué con el apostolado.

Lo bueno fue, que mientras el tiempo pasaba, siempre Dios estuvo presente y yo dispuesta a escucharlo. Empecé a recibir terapia y a tener un guía espiritual para sostenerme, para ayudarme en mi caminar de vida cristiana, en mi vida de oración. Sin embargo, mi conversión no era del todo sincera. Empecé a tocar nuevamente fondo justo durante la pandemia. En esos meses, el virus terminó con la vida de muchas personas, entre ellas la persona a quien yo más amaba, mi abuela. Ese dolor tan hondo en mi corazón me llevó a cuestionar por completo mi experiencia de atracción al mismo sexo. Desde ese momento, decidí que solo me esforzaría por ser santa para encontrarme algún día en el cielo con mi abuela y con Dios.

Lo primero que hice fue conectarme con Courage y al instante tuve respuesta; desde allí empecé a buscar y caminar hacia la santidad. Son ya casi dos años que voy caminando con el apostolado en el capítulo online para mujeres. Ahí encuentro el acompañamiento espiritual, la escucha, y continúo con mi sanación personal. En cada reunión de Courage se nos anima a ser valientes, nos ayudan con la oración y nos alientan a desear ser libres, verdaderamente libres, como Dios nos creó. ¡LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES! ¡Es así!

Hoy por hoy esas heridas y vacíos se han transformado en sanación interior y exterior.

Cuando uno desea lo que hay en el corazón y le pide a Dios con fe, Él concede a su tiempo lo que necesitamos. En nosotros está responder como nos dice Santa Teresa de Jesús, con “determinada determinación”, es decir, decidirse y seguirlo. Él jamás nos dejará solos.

Norma
Formosa, Argentina – Capítulo Courage en línea