Podemos aprovechar nuestras heridas para crear algo bueno e incluso bello — Testimonio de una madre de EnCourage

Podemos aprovechar nuestras heridas para crear algo bueno e incluso bello
Testimonio de una madre de EnCourage

 

Es un verdadero honor poder compartir nuestra maravillosa experiencia en el apostolado EnCourage. Echando la vista atrás para escribir este testimonio, nos damos cuenta del “antes’”y el “después”en nuestra vida.

El “antes”

Hace tres años, nuestra hija nos dijo que sentía que era bisexual y que, incluso en sus últimos años de adolescencia, no había sentido atracción sexual en absoluto, sino que se veía entablando relaciones, tanto con hombres como con mujeres, en el futuro. En un primer momento, cuando nos compartió esto, pensamos que era solamente una fase de confusión y que pasaría con el tiempo.

Sin embargo, el tiempo pasó y nuestra hija inició una relación con una persona de su mismo sexo. Tenía mucha prisa en hablar de ello y trataba de conseguir que aceptásemos las uniones del mismo sexo. Inevitablemente, sentimos mucha angustia y nos vimos desbordados por la situación. Intentamos leer todos los libros y artículos que pudimos sobre temas como la ideología de género para comprender mejor la situación y encontrar respuestas a nuestro desconsuelo. 

Hoy en día, nuestra hija está menos dispuesta a hablar sobre su atracción y evita cualquier conversación al respecto. Es una mujer muy inteligente y utiliza la racionalidad en todos los aspectos de su vida cotidiana. Sin embargo, en lo que concierne a este esquema ideológico adoptado, ha suspendido toda racionalidad. Nos damos cuenta de que le resulta incómodo hablar de sus nuevas creencias, pero, al mismo tiempo, sentimos la obligación, como padres, de ayudarle, con amor, con el vacío y confusión que experimenta.

Al principio, como madre me sentí impotente y sin recursos. Dado que nuestra parroquia no ofrecía consejería en esta área, decidí recurrir a un psicólogo. Al no encontrar ahí ninguna ayuda, empezó mi desesperación. Por la gracia de Dios, buscando en internet, encontré el sitio web de Courage y para mi gran sorpresa encontré un capítulo cerca de donde vivimos. Llamé de inmediato y Pablo, miembro de Courage, pasó buena parte de la tarde ofreciéndome consuelo, consejo espiritual y aliento. Nunca podré estar lo suficientemente agradecida por aquella conversación. Nos invitó a las reuniones del capítulo.

El “después”

El misterio del plan de Dios para nosotros, en que las circunstancias adversas se convierten en un peregrinar transformador de vidas y corazones, empezó con EnCourage. Todos tenemos nuestras heridas y recuerdos difíciles que pueden afectarnos e incluso atormentarnos. Tenemos la opción de dejarnos consumir por ellos, o podemos aprovecharlos para crear algo bueno, e incluso bello. Sin duda, EnCourage representa la segunda alternativa.

Recibimos una acogida muy calurosa en nuestra primera reunión de EnCourage, donde los miembros del grupo compartieron sus sufrimientos y alegrías con plena sinceridad y franqueza. Los miembros estamos invitados a formar parte de una comunidad más grande en Cristo. EnCourage es un lugar donde podemos escuchar y ser escuchados con compasión y amor, tal y como haría Cristo. Pasito a pasito, estamos aprendiendo a nutrir nuestro crecimiento como cristianos y testigos de las enseñanzas de la Iglesia Católica Romana. Nos estamos esforzando para ser mejores cristianos primero, para poder después dar testimonio, de la misma manera que en un caso de emergencia los pasajeros de un vuelo se ponen sus propias mascarillas de oxígeno primero, para poder después ayudar a otros.

En cada reunión de EnCourage se vive una gran camaradería. Es verdaderamente un lugar donde podemos compartir nuestras dificultades y tribulaciones con otros padres, tíos, abuelos, hermanos y familiares, en general, que viven situaciones similares. También oramos los unos por los otros. Nuestras reuniones empiezan con una oración y una reflexión de la Biblia, guiados por nuestro sacerdote, el capellán de EnCourage. Luego, recordamos las Cinco metas de EnCourage. Después, nuestro líder da la bienvenida a nuevos miembros y nos mantiene en el camino correcto. Comprendemos que nuestra prioridad, sobre todo como padres de hijos con atracción al mismo sexo (AMS), es esperar a nuestros hijos con los brazos abiertos, como hace el padre en la parábola del Hijo Pródigo. En nuestro caso, listos para abrazar a nuestra hija cada vez que vuelve. Con la ayuda de Dios, seremos capaces de entender sus necesidades y los retos que conlleva experimentar AMS. Pero, sobre todo, estamos aprendiendo a poner a Dios en el centro de nuestras vidas, a abrazar nuestras cruces con obediencia, paciencia y perseverancia. Estamos encontrando el regocijo en los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación, en la consagración a María, con la oración diaria del rosario y novenas para intenciones particulares y en la Adoración del Santísimo. 

Poco a poco, y no sin algún tropiezo, estamos aprendiendo a vivir estas dos cosas distintas, sin contradicciones: la libertad y la dignidad. Esto se traduce en comprender las elecciones de nuestra hija y al mismo tiempo permanecer fieles a la Verdad. Nuestra intención es siempre mantener una buena relación con ella y, sobre todo, confiar en el plan de Dios para nosotros y para nuestra hija. Con la gracia de Dios, estamos preparados para tener las palabras adecuadas y el amor incondicional para ella cuando regresa a casa o nos llama, y para ayudarla, con el tiempo, a que pueda recuperar su verdadera libertad. Como padres aceptamos que, pase lo que pase, Dios es incesante en su amor y confianza para con nosotros y, por lo tanto, debemos comprometernos a confiar en los demás, especialmente en nuestros hijos.

En el apostolado EnCourage experimentamos la importancia de permanecer al lado de nuestros seres queridos, cuidándoles, de la misma manera que nuestro Señor está siempre a nuestro lado. Es nuestra vocación estar al lado de nuestros hijos para guiarles con claridad y caridad, sin rechazarles ni a ellos ni a la Verdad. Por último, Dios nos allana el camino para acompañar a nuestros hijos con amor y paciencia de la misma forma que Él lo hace, enseñándonos el Camino.

Si vuestra situación es parecida a la nuestra y os encontráis con esta carga, que es difícil de llevar, sabed que resulta una verdadera bendición poder formar parte de un capítulo de EnCourage (¡el nombre no podría ser más adecuado!) Si encontráis un capítulo de EnCourage cerca de vosotros, experimentaréis una comunidad de amor, compasión y espiritualidad. En el capítulo de EnCourage hemos encontrado el abrazo que nuestro Señor y nuestra Madre la Virgen María nos dan a través de la Iglesia. Aquí en España, EnCourage es una gran familia que está creciendo rápidamente, con los cimientos bien fundados para acompañarnos en nuestro peregrinar. Cada reunión que tenemos nos llena de la fortaleza que necesitamos para continuar, con fuerza renovada. Siempre es alentador fijar la fecha para la siguiente reunión, que ya anticipamos con alegría y esperanza.

FM, EnCourage Toledo, España