El Corazón de Jesús y las metas del apostolado Courage a la luz de la encíclica Dilexit nos
El Corazón de Jesús y las metas del apostolado Courage
a la luz de la encíclica Dilexit nos
P. Cristiano José Soares Sanches*
Haciendo eco de las gracias recibidas en el mes del Sagrado Corazón de Jesús, queremos compartir con la familia de Courage y EnCourage una reflexión espiritual impartida a los hermanos de Courage en Brasilia, capital de Brasil. Esta meditación se dio en el marco del octavo día de la oración comunitaria de la Novena al Corazón de Jesús, dedicado a meditar sobre el Sagrado Corazón de Jesús en el descenso de la Cruz, luego de su muerte por amor a nosotros.
Al contemplar el Corazón de Jesús en este momento somos conducidos a adentrarnos en la profundidad del amor sacrificial, compasivo y misericordioso de Cristo. Un corazón que late de amor hasta en el momento de la muerte, que acoge con ternura el dolor de la Madre, la contrición de María Magdalena y la fidelidad silenciosa del discípulo Juan. Es un Corazón herido por nosotros, y esta herida abierta en el costado de Cristo es como una ventana hacia el Corazón de Dios, que late misericordia, acogida y redención; y al permanecer abierta se transforma en fuente inagotable de vida y gracia. Inspirados por este amor, somos llamados a configurar nuestro propio corazón al Suyo, como nos invita el Papa Francisco en la Encíclica Dilexit nos.
Del mismo modo, el apostolado Courage propone metas que reflejan esta entrega de Jesús. Contemplando su Corazón podemos cosechar enseñanzas parar vivir estas metas, como expresiones concretas del amor reparador y transformador del Corazón de Cristo.
- Castidad como identidad e integración del corazón: La castidad, como se propone en las metas de Courage, no es solamente una renuncia, es primeramente un Sí al amor auténtico. La Encíclica Dilexit Nos nos recuerda que el corazón humano es lugar de unidad en el cual se decide los deseos y los caminos de la vida. Vivir la castidad es permitir que el amor de Cristo ordene el corazón, para que este se transforme en casa de libertad, verdad y dignidad. En este sentido, la castidad es camino de plena humanización.
- Oración y devoción como convite (banquete) para beber de la fuente del amor: La Encíclica del Papa Francisco subraya que solo el amor de Dios puede sostener la dignidad humana. La oración, la lectura espiritual, los sacramentos y el recurso a la dirección espiritual son medios que nos permiten beber de la fuente del Corazón de Jesús, pues la dedicación cotidiana a la vida interior permite que el amor divino vaya regenerando el corazón herido y poco a poco va permitiendo que éste sea reflejo del amor de Cristo.
- Fraternidad como invitación a vivir con y para los demás: En el Corazón de Jesús, María, Juan y María Magdalena encuentran consuelo y fortaleza. La fraternidad propuesta en el apostolado Courage refleja esta realidad, pues queremos construir un espacio donde cada uno es acogido con ternura y en el cual nadie sienta que camina solo. La Encíclica Dilexit Nos llama a la construcción de una Iglesia que vive la misión como expresión del amor y este pasa por el cuidado concreto y por la escucha del otro, como hermanos que formamos un mismo Cuerpo.
- Amistades castas que reflejen el Corazón de Cristo: Las amistades puras, dice la Encíclica, son espacios donde el amor puede crecer libre y fecundamente. El Corazón de Cristo acoge a todos con un amor personal y fiel. Vivir amistades castas es construir relaciones donde el respeto y la donación reciproca son reflejo de este mismo amor. Estas amistades son escuela de aprendizaje/discipulado y de aliento en el caminar hacia la santidad.
- Vida ejemplar en el amor que transforma: La Encíclica del Papa Francisco insiste que la transformación del mundo empieza por el corazón. Una vida ejemplar es aquella que, tocada por el amor de Cristo, se convierte en testimonio visible de que es posible vivir la existencia con sentido, libertad y alegría. La coherencia de vida, aunque sujeta a luchas, es el mayor don que un corazón convertido puede ofrecer al mundo.
Dejémonos tocar por el dolor y por el amor del Corazón de Jesús que es bajado de la Cruz. Pidamos la gracia de que se forme en nosotros un corazón semejante al Suyo: casto, dedicado, fraterno, firme en las amistades santas y luminoso por el ejemplo. Que con María, Juan y María Magdalena podamos decir “Vosotros estaréis en mí y yo en vosotros”.
La herida del Corazón de Jesús no es señal de derrota, sino de victoria del amor. Asimismo, las metas de Courage, iluminadas por la Encíclica Dilexit Nos, enseñan que es en la acogida del amor de Jesús que se inicia la verdadera conversión interior.
A cada uno de nosotros le tocará responder: ¿Dejaré que el amor de Cristo more en mi corazón? ¿Viviré como reflejo de Él en el mundo?
*El padre Cristiano José Soares Sanches es capellán de Courage en la Arquidiócesis de Brasilia, Brasil. La traducción al español fue realizada por Yara Fonseca, quien es asistente para los idiomas español y portugués de Courage Internacional y reside en Brasil.