“Courage es lo que he buscado para ti”:  Testimonio de una miembro de Courage en España  

“Courage es lo que he buscado para ti”
Testimonio de una miembro de Courage en España  

 

Mi nombre es María. Nací bajo el seno de una familia católica practicante, con valores cristianos.

Vivía mi fe más por obligación que por devoción y con el tiempo dejé de practicarla. Esa decisión de abandonar a Dios fue dejándome vacía por dentro y mi vida fue desencadenándose en un camino de errores y decisiones equivocadas que me llevaron a meterme en un pozo sin fondo del que no podía, ni sabía salir. 

Como era bastante tímida y me costaba mucho relacionarme con los demás, me encerré en las relaciones por  internet y a través de ese medio conocí a una chica de la que me hice muy amiga que me dijo que era lesbiana (digamos que sentía atracciones hacia el mismo sexo/AMS, pues nunca me he sentido identificada con la palabra homosexual, gay o lesbiana). 

Fue aquí donde se despertó mi AMS y aunque al principio me costó entender esto en mi vida porque yo me consideraba una mujer cristiana, aunque no practicante, al final terminé por aceptarlo y comencé una relación con esta mujer. 

Nunca he querido que nadie que me conociese se entere que yo experimentaba AMS.  Así que ante esta situación siempre he tratado de ocultar mis verdaderos sentimientos y he bromeado sobre las relaciones con los chicos como si me importasen.  Todo lo he hecho como medida de protección, solo por miedo a sentirme juzgada, insultada, criticada o rechazada socialmente por mi familia o por esas personas cercanas a mí que me pudieran importar. 

Durante muchos años, viví “libremente” mi AMS. Una de las parejas que tuve le gustaban mucho las fiestas, así que para sentirme aceptada por su grupo de amigos me dejé arrastrar y eso terminó por desencadenar que acabase metiéndome en el mundo del alcohol y las drogas.  

Toda esta situación me llevó poco a poco a tocar fondo, poniendo mi vida en juego hasta el punto de prender de un finísimo hilo que me separaba de este mundo y del otro. Ahora, que después de los años soy consciente de todo esto, solo puedo dar gracias a Dios porque Él me sacó de todo aquello sin permitir que nada malo me pasara y para que hoy pueda dar testimonio de ello.  

Tantos años perdidos en malas compañías y malos hábitos me dejaron bastante vacía sin saber muy bien hacia dónde ir.  

Después de un tiempo, comencé otra relación con una mujer que a diferencia de las otras era católica-practicante.  

Por extraño que pueda ser a veces, el Señor se sirve de algo que al principio puede parecer malo para sacar algo bueno, pues estoy segura de que fue el Señor mismo quien puso esta persona en mi camino. Aquella chica comenzó a llevarme de nuevo a misa los domingos, rezábamos el rosario y poco a poco nos acercábamos más a Dios. El Señor nos fue transformando y juntas fuimos dejando atrás aquella vida, caminando ya no como pareja, sino como hermanas. 

Una serie de acontecimientos en mi vida y la pérdida de mis padres me hizo ser más consciente de que esta vida no acaba aquí y después de este mundo nos espera el cielo.  Yo quería llegar a ese cielo, así que creyéndome totalmente autosuficiente para lograr cualquier cosa por mí misma, tomé la decisión de renunciar a las relaciones con personas de mi mismo sexo para así poder vivir mi fe de un modo coherente y sin tapujos y alcanzar mi meta final que es el cielo. 

Con el tiempo el Señor me demostró que no soy para nada autosuficiente y que sola no puedo lograr nada, que como personas humanas que somos tenemos debilidades que nos hacen volver a caer si no depositamos nuestra fuerza y confianza en Dios. 

Fue entonces cuando le pedí al Señor que no me dejara caer de nuevo y que me ayudara, y fue en ese momento cuando me crucé en mi camino con Courage. 

¿COURAGE, qué es esto?  Es vivir una vida en castidad marcada por la oración, la hermandad y el apoyo mutuo.   Y me dije a mí misma “esto es justo lo que yo necesito. ¡Ojala lo hubiera conocido antes!” 

Al mirar la página web me pareció que estaba en México y me desanimé bastante pensando que no me servía de gran ayuda estando tan lejos. 

Solo puedo decir que el Señor cuando habla, te habla ALTO Y FUERTE, y que no deja respuestas a medias. Se me ocurrió escribir un e-mail a Courage, para ver si al menos en España, pudiera existir, alguien a quien dirigirme.  Fue a través de la respuesta de aquel e-mail que el Señor me dijo claro:  “Courage, es lo que he buscado para ti, ahora anda y ve”. 

En aquel e-mail me decían que sí existía un capítulo (un grupo) en España y justamente aquel capítulo estaba en mi propia ciudad. Pero por si aquello no fuera poco, y aún no estaba convencida de que el Señor me estaba dando respuesta a mi solícita petición de ayuda, aquel capítulo no solo estaba en mi propia ciudad sino que se reunían en la Iglesia donde acudía asiduamente. 

Cuantas vueltas me hizo dar el Señor en mi vida durante muchísimos años, dejándome en mi libertad de equivocarme una y otra vez para ir preparando mi corazón a la entrega total a Él y que ahora solo me llevan a decir un  “SÍ” en mayúsculas. “SÍ, quiero estar en Courage; SÍ, quiero luchar por mi santidad a través de una vida casta; SÍ, quiero ofrecer mi AMS por amor a Dios”. 

Quiero dar gracias al apostolado Courage, al capítulo donde pertenezco y a mis hermanos de capítulo.  Voy aprendiendo a aceptarme con mi AMS sin ser yo mi propio y mi peor juez, a apoyarme en mis hermanos, a ayudar y dejarme ayudar. En Courage he encontrado una familia donde me siento escuchada, acogida, sin sentirme en ningún momento juzgada, ni condenada. 

Courage ha ido dando respuesta a tantas preguntas que me he hecho durante estos últimos casi veinte años de mi vida, pensando cual era el sentido de aquel camino erróneo que durante tanto tiempo seguí.  Ahora sé que todo ha tenido un sentido y que el Señor me ha puesto aquí para que junto a la familia de Courage, pueda ser instrumento suyo para ayudar a mis hermanos y para que me arme de VALOR Y CORAJE a decirle “SÍ” al Señor.  Luchando por llevar con alegría esta cruz, que es el camino de mi libertad, de mi santidad, y viviendo una vida en castidad desde el respeto y el amor a Dios, al prójimo y a mí misma.