Querida familia de Courage y EnCourage,

La noticia de que Cristo había resucitado de entre los muertos le fue confiada a aquellos por cuyos rostros aun corrían lágrimas por su muerte. Ellos debían llevar la Buena Nueva, comunicarla los unos a los otros…debían darse a Cristo unos a otros, sencillamente, tal como Él mismo se entregó, con palabras y bondad: a través de sus obras y su amistad, conociendo la mente y el corazón de unos y otros y acercándose a cada uno por separado, aceptando lo que cada quien tenía para dar, y dando también: consolándose unos a otros y aligerando la pena del mundo mediante el intercambio de su amor en Cristo».

– Caryll Houselander

 

¡Cristo ha resucitado! ¡En verdad ha resucitado!  ¡Aleluya!

La Buena Nueva de que Jesucristo ha resucitado de entre los muertos ha transformado al mundo entero y, sin embargo, la recibimos en medio de la cotidianeidad de nuestras vidas. Mientras lidiamos con nuestros viejos hábitos y luchamos para conseguir la conversión de nuestro corazón, el Señor Resucitado nos recuerda que Él ha venido «para que tengamos vida y la tengamos en abundancia» (Jn 10,10). En medio de la pena causada por el pecado y la ansiedad por los seres queridos, Su deseo es que «Su gozo sea el nuestro y que ese gozo sea perfecto» (Jn 15, 11). Cuando la vergüenza o el aislamiento nos hace cuestionar nuestra identidad o el propósito de nuestras vidas, Su mensaje a sus hermanos es: «Subo a mi Padre, su Padre; a mi Dios, su Dios » (Jn 20, 11).

Que en este día que cambió al mundo, y a lo largo de este bendito y gozoso Tiempo Pascual, el Señor Resucitado entre, incluso en los recintos más oscuros de su vida, y les traiga Su luz, Su júbilo y Su paz. Que Aquel que aun conserva las heridas de Su sufrimiento y su muerte, sane las heridas de su corazón con el don de Su Vida Resucitada. Que su vida entera sea un signo, para todos aquellos a su alrededor , del poder de la gracia de Cristo y un testimonio vivo de Su Resurrección, en el espíritu de hermandad y amistad casta que Él ha inspirado entre nosotros.

En Cristo,
Padre Philip G. Bochanski,

Directorios y equipo Courage International